Una
noche hace exactamente un año, escribí un estado en facebook recomendando la
película Buscando a Sugar Man. Era un estado breve, muy sintético, que trataba
de ser una especie de invitación a mis contactos a que vieran la película. En
cuanto lo releí una vez publicado, me entró de súbito una especie de gusto por haberlo
escrito y tuve una idea: ¿por qué no escribir reseñas de las películas que veo
y publicarlas?
En
un principio pensé que las notas de facebook eran buena idea, pero vi las que
tenía y me parecieron poco estéticas a decir verdad, “mínimo que se vean
bonitas”, pensé. Entonces recordé el blog de uno de mis mejores amigos. Corrí a
verlo y, aunque le fallaban algunas cosillas del diseño (tú, Miguel, no me
dejarás mentir), inmediatamente me pareció algo muy atractivo. Sin pensarlo más
de dos veces, decidí: “abriré un blog”.
En
ese mismo instante busqué cómo hacer blogs y un par de horas después ya estaba
listo. Soy un tipo desidioso, es verdad, y como reza una frase atribuida a
Charles Bukowski, mi ambición está limitada por mi pereza; sin embargo, aquella
noche tuve uno de esos ataques de verdadero interés por lo que estoy haciendo
(y cuando los tengo realmente me obsesiono). Cuando ya lo tenía, redacté el
saludo del blog y lo pasé a muchos de mis amigos en facebook, invitándolos a
visitarlo. Si alguno de ellos le esto tal vez lo recuerde.
Hoy
este blog llamado El Reflejo y la Sombra cumple un año de haber sido creado
en una sola noche de euforia creativa. Yo, Carlos, estoy muy orgulloso de este
espacio y aunque quizás no sea el mejor blog del mundo, me agrada mucho pensar
en función de hacerlo visitable e interesante. Tan solo ustedes, lectores, me
podrán decir si lo logro.
Muchas
gracias a ti, cibernauta que llegas a estos lares y te tomas tiempo de leer lo
que aquí publico. Este blog tiene un año y aun se pueden hacer muchas cosas con
él, pues los libros, las películas, los cortos, los cuentos y los reportajes
abundan y siempre habrá algo nuevo que recomendar. Espero poder escribir otra
cosa cursi como ésta dentro de un año y entrar con un nuevo diseño en otro
aniversario más de El Reflejo y la Sombra.
Aquella
primera noche de vida, una canción de Carlos Gardel apadrinó involuntariamente la
primera entrada de este blog. Nomás por gusto y nostalgia, Gardel inaugurará
este nuevo año. Disfrútenla y nos seguimos leyendo. Gracias.
Y
que la función continúe.