Este
año está acabando y este blog de apenas unos meses de vida y su creador, les
agradecen las visitas, comentarios y lecturas que amablemente brindaron.
Gracias por tomarse el tiempo para leer lo que aquí publico, los que lo hagan,
y si les gustó pues rólenlo con sus amigos, novias, concuñas, sobrinas,
sobrinos, concubinos, esposos, amantes y abuelos. Por mi parte, prometo que este
espacio seguirá fiel a la promesa inicial de mantenerse visitable y, con todas
las ganas de la vía láctea, interesante, porque eso justo intenta ser: un
espacio donde se puede pasar el rato, en esos días que no se sabe qué hacer en
internet o por mero placer de conocer un nuevo libro o película, ver un
cortometraje, leer un reportaje o un cuento. “El reflejo y la sombra” seguirá
con su programación normal y espero que con alguna sorpresa para este nuevo
año, contando, por supuesto, con su atención y visitas. Muchas gracias.
Seguimos en el camino.
Les
dejo un par de canciones: La primera del cantautor argentino Fito Páez,
titulada Al lado del camino, una de mis rolas favoritas y la segunda, una
canción típica escocesa que suele ser tocada justo para las fechas de navidad y
año nuevo, titulada Auld Lang Syne, que viene a ser algo así como “Los viejos
tiempos”. Una canción que es una carta de despedida al año que se va. Ojalá les
gusten y disculpe la cursilería, amable público lector. Suerte.
Fito
Páez Al lado del camino
Dougie
McLean, Auld Lang Syne (no pongo la traducción, pero espero que la disfruten
tal como está)
Nos leemos, pues. Fin del
fin. Tan tán.
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