Pantalla en negro. Letras
blancas aparecen, advirtiéndonos, entre otras cosas:
En el espacio no hay oxígeno.
No hay gravedad
Nada trasmite el sonido.
La vida en el espacio es
imposible.
Aparece el título: GRAVEDAD.
Un sonido inquietante comienza a elevarse hasta que alcanza un volumen alto,
muy alto, y cuando parece ser insoportable… Corte abrupto al silencio y vemos
la tierra, majestuosa.
En ese momento pensé: Estoy
a punto de ver una gran película. Y no me equivoqué.
Gravedad,
demuestra que Alfonso Cuarón ha llegado a la madurez como cineasta. Si bien yo
no cuento a Niños del hombre como un filme de mi agrado, es cierto que en él ya
demostraba con notable vigor una gran destreza técnica y narrativa. Sin
embargo, es en esta odisea espacial donde su sello adquiere dimensiones
superiores.
La
premisa es sencilla: La estación espacial donde trabajan la Dr. Ryan Stone
(gran Sandra Bullock, sosteniendo impecablemente la película) y Matt Kowalsky
(un adecuado George Clooney, que provee el sentimiento de seguridad, compañía y
distensión en la historia), es golpeada por basura espacial, provocando que la
doctora Ryan se suelte de la estructura y comience la odisea de tratar de
volver a la seguridad y, de ser posible, al planeta.
Los
logros técnicos de filmación, fotografía y sonido son insoslayables. La
película inicia con un plano-secuencia impecablemente planeado de 13 minutos de
duración, donde la cámara entra y sale, se aleja y se acerca, hasta que capta
el momento desesperante del incidente; Sandra Bullock como un punto blanco
alejándose en un fondo totalmente oscuro que se antoja infinito. Genuinamente
aterrador. Minutos después, otro plano-secuencia bellamente filmado se vuelve
un stablishing shot, luego un close up, luego un plano subjetivo y hasta un
travelling. Recuerdo el plano-secuencia de Niños del hombre y, aunque aquel ya
era increíble, estos son definitivamente superiores. (Mención especial para el
momento en el que la doctora entra en la Soyuz; su posición fetal es una toma
milimétricamente planeada. Bellísima).
Presten
especial atención al sonido. Los silencios son imprescindibles. No escuchamos
el impacto de la basura espacial contra las estructuras. No obstante, son
ruidosas. El espacio grita en su silencio.
La
música es adecuada, acompaña a las escenas perfectamente, entrando en momentos
clave, los de más tensión. Aviven sus oídos, que los necesitarán.
En
cuanto a Emanuel Lubezki, quiero decir que se ha superado sí mismo. El manejo de
la luz es sencillamente impecable. La tomas de la tierra captan su belleza y
nos la muestran inmensa, majestuosa en su aura azul. Resplandece. Gravedad
posee unos de los mejores y más realistas gráficos del espacio que he visto en
mucho tiempo. No creo que un premio sea necesariamente índice de la
superioridad de algún producto, sin embargo sería un crimen que Lubezki no
estuviera nominado para un oscar, o cualquier otra condecoración. La fotografía
es majestuosa.
Sin
duda estamos ante una gran película. Una obra que expone madurez y
dedicación. Nos demuestra como un entorno donde aparentemente “nada” te puede
herir, resulta agresivo y desesperante. La nada es claustrofóbica en su
inmensidad. Y eso lleva a que nos percatemos de que la búsqueda de la gravedad,
justamente, es el centro de todo; no solo la física, la de la tierra, la que
atrae tu cuerpo al suelo y te permite moverte libremente, también la emocional.
Esa fuerza que Ryan Stone ha perdido, la de atraer personas constituyendo ella
misma un sol. La gravedad, irónicamente, es la gran ausente.
Gravedad
da cuenta de un caos bellísimo, del drama humano y demuestra que la nada y la
lejanía son pesadas, que no hay laberinto más terrible que aquel que no tiene
pasadizos (como el cuento de Borges)*. Cuarón toca temas universales. Ryan
Stone es como un feto en su líquido amniótico, segura en su pequeño espacio
flotante… pero sola. Sin una vida. Necesita renacer, sentir la gravedad atrayéndola
al suelo; necesita pisar la tierra y usar sus piernas, aunque estas sean
débiles. Luego encontrarán la fuerza.
Título: Gravity
Dirige: Alfonso Cuarón
Producción: Estados Unidos, Reino Unido
Producción: Estados Unidos, Reino Unido
Actúan: George Clooney, Sandra
Bullock, Ed Harris, Paul Sharma
Guión: Alfonso Cuarón, Jonás Cuarón
Fotografía: Emmanuel Lubezki
Duración: 90 min.
Guión: Alfonso Cuarón, Jonás Cuarón
Fotografía: Emmanuel Lubezki
Duración: 90 min.
Año: 2013
*Los dos reyes y los dos
laberintos, contenido en el libro de cuentos El aleph
Excelente Reseña. Sin duda se merece el Óscar, visual y sonoramente es: I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-N-T-E!!!!
ResponderBorrarYo la vi en 3D y en Imax, no se que tanto influya (supongo que mucho) pero me parece que fue hecha para verla en esa dimensión :) la hace realmente maravillosa.
Además te deja un mensaje de esperanza, si Sandra B. sobrevivió a tan mala suerte, seguro que lo que nos pasa acá en la Tierra no es nada!!! xD jajajaja
Saludos, te amo <3
Jajaja, Sandra Bullock tiene la peor de las suertes jaja
BorrarQue bueno que te gustó :)
me encantó la película, muy de acuerdo con usted aunque después de ver esto no me quedan ganas de ser astronauta jajaja :)
ResponderBorrarJaja, definitivamente no...
Borrarme gusta su cabello joven! :D jajaja... definitivamente una de las mejores películas que he visto, me encantó el 3D y la trama de la historia, me hizo sentir que estaba ahí...
ResponderBorrarJaja, gracias, buen hombre, jaja
BorrarSi, el 3D puede ser íntimo; ésta película lo demuestra.