En
un momento de Escándalo americano, el personaje de Christian Bale, Irving
Rosenfield, le dice a Richie DiMaso (Bradley Cooper) una frase que reza más o
menos así: “El mundo no es blanco o negro, como usted piensa. Descubrirá que es
extremadamente gris”. En esta cita me parece que está resumido todo el contenido
de la película: Escándalo americano es una película grisácea. No entendiendo el
término como “aburrido”, sino como nivel de gradación intermedio, que nunca es
totalmente negro o blanco, sino con mitad y mitad; tiene personajes grises,
situaciones grises, cuestionamientos grises, acciones grises. Nunca algún
personaje es bueno o malo, o algún evento beneficioso o terrible. Nada es
determinante. ¿Es esto algo bueno o algo malo? Para el contenido fílmico en
términos argumentales y de trama, es algo bueno, pero no tanto como evaluación
del nuevo filme de David O. Russell. Diré porqué.
La
película cuenta la historia de, inicialmente, Irving Rosenfield y Sidney
Prosser, una pareja de amantes que se dedican a estafar personas vendiéndoles
obras de arte falsificadas como si fueran auténticas. Pero no obstante su
agudeza a la hora de preparar los fraudes, son atrapados por el agente del FBI
Richie DiMaso, quien los reclutará para atrapar a varios congresistas, peces
gordos de la corrupción. Con lo que nadie cuenta en el plan, es el hecho de
que, como Irving y Sidney aseguran, todos mienten para sobrevivir. Y ellos no
son la excepción.
Escándalo
americano es una película sobre mentiras y mentirosos. La mentira impregna
todas y cada una de las esferas de acción de los personajes, incluso su aspecto
físico. La primera escena del filme es muestra de ello: Vemos a Irving
colocarse cuidadosamente su peluquín para cubrir su calvicie. En esta escena se
sintetizan los elementos que contienen todas las acciones de los personajes:
mienten cuidadosamente para cubrir algún defecto o hacer su trabajo; no son en
realidad quienes dicen ser. Cuidan sus mentiras como si fueran una parte vital
de ellos mismos, pues ellos se autoengañan; Es más fácil ponerse un peluquín
que aceptar la calvicie. Es más sencillo rizarte el cabello, como hace Richie
DiMaso, que dejarlo lacio, como en verdad lo tiene. El caso es siempre mentir.
Eso
quiero decir cuando afirmo que es una película grisácea. Nunca hay algo
totalmente transparente, nada está totalmente sucio o limpio. Hasta el político
que parece honesto y asegura hacer todo por su comunidad (Polito, encarnado por
Jeremy Renner) hace tratos con mafiosos. Irving, que parece solo un vil
estafador, se devela como un hombre con infancia difícil que lo llevó a la
autopromesa de no volver a padecer. Cada quien tiene sus motivos. Cuando el
espectador tiene la balanza inclinada a una opinión determinada, el juego
vuelve a cambiar y con él las percepciones y el porvenir de los personajes.
Esta construcción indecisa de los protagonistas los constituye y entreteje la
trama, pues eso busca: que nunca se puedan hacer juicios deterministas. Todo
tiene una razón, que si bien no justifica los actos, les da un porqué.
Esta
misma indecisión, que como apunté más arriba resulta beneficiosa para el
argumento y los personajes, se lleva también al tono general de la película,
pero ahí no resulta ser un acierto. Escándalo americano nunca se define entre
un drama o una tragicomedia. Está construida dubitativamente y cuando parece
que todo va a reventar, se detiene, dejando la sensación de que tal vez más
adelante las situaciones lleguen por fin a un climax como se merece… pero ese
momento nunca llega. Y eso ocasiona que al final del metraje, la opinión sea:
“pudo haber sido mejor”. Esto no quiere decir que la película sea mala o
aburrida, sino que se queda a medias… se queda gris.
Por
lo demás, todo el reparto principal otorga actuaciones más que sobresalientes,
dándoles a sus personajes un aura propia que propicia empatía con el público;
claro, algunos lo hacen mejor que otros: mención honorífica para Christian Bale
por su caracterización como Irving (el metabolismo del hombre es prodigioso) y
para Jennifer Lawrence como su esposa medio neurótica.
Escándalo
americano es una película gris, lejos de ser el grandioso filme que se ha
presumido, pero vale el precio de entrada. No es mi favorita para el Oscar
2014, sin embargo, es una digna contendiente.
Título original: American
Hustle
Director: David O. Russell
Género: Drama
País: Estados Unidos
Año: 2013
Duración: 138 minutos
Elenco: Christian Bale, Amy Adams, Bradley Cooper
Elenco: Christian Bale, Amy Adams, Bradley Cooper
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