Hay una frase por ahí, que
afirma que William Shakespeare es el mejor guionista de Hollywood. A la obra
del escritor inglés se le ha usado en un sinnúmero de producciones (hasta El
Rey León está dentro de esa lista), algunas más afortunadas que otras. Y lo que
Joss Whedon ha hecho con Mucho ruido y pocas nueces, su nueva (y muy modesta)
película, luego del monstruoso éxito de Los Vengadores, confirma que los textos
de Shakespeare, efectivamente, sirven perfectamente para hacer buenas
películas.
Esta nueva versión de los
enredos de un par de parejas que representan formas casi opuestas de amor (unos
se enamoran perdidamente; los otros son fríos y juran que jamás sucumbirán al
enamoramiento), sitúa la obra original en el tiempo actual y los protagonistas usan
trajes y vestidos modernos, acontece totalmente en una casa y está filmada en
un elegante blanco y negro.
Mucho ruido y pocas nueces es
dirigida con maestría y sobriedad por el guionista y director de culto, Joss
Whedon (escritor y director de Los Vengadores; guionista de Toy Story; creador
de Buffy, la cazavampiros; etc.), que lleva a Shakespeare hasta un nivel genuinamente
gracioso, ágil y encantador. Es una película deliciosa. Le imprime agilidad a
los diálogos, que permanecen intactos; hasta las referencias a Italia y al Rey
siguen ahí. Hay que reconocer que algunos momentos resultan chistosos solo por
la forma de hablar (en rima y de gran teatralidad) y el contenido ideológico y
de vocabulario de los diálogos, que en estas épocas y en las bocas de las que salen, resultan simplemente fuera de lugar. La fotografía es impecable y los
encuadres son efectivos, funcionales. El elenco, armado con actores que ya han trabajado
antes con el director, acierta en sus interpretaciones de los personajes, como
espectador se les puede identificar fácilmente, pues cada uno está en su lugar,
son fieles al papel y no pretenden ser otro (mención especial para Amy Acker,
en su papel de Beatrice, encantadora; y a Alexis Denisof, como Benedick, rol al
que le imprime la gracia adecuada y gana en cada escena que aparece).
Quizás el comienzo es un
poco lento y más de uno dirá, cuando comiencen a hablar los personajes: Que
caray… (Como yo). Sin embargo, conforme avanza la película, se vuelve muy
ligera y envuelve en su ligero sentido del humor, que podría decirse “de buen
gusto” (lo que sea que eso signifique. Umberto Eco no hizo un ensayo sobre qué
cosa es el buen gusto). Al terminar el filme se llevarán un buen sabor de boca,
al haber visto una película sencilla pero honesta, que narra bien una buena
historia, sin gigantismos, ni trucos especiales.
Les dejo el trailer de la
película, que actualmente pueden encontrar en la Cineteca. Échenle un ojo. Saludos.
Título: Much Ado About Nothing
Director: Joss Whedon
Protagonistas: Alexis Denisof, Amy Acker, Franz Cranz,
Clark Gregg
País: Estados Unidos
Año: 2012
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